La hoguera va por dentro
No estoy muy familiarizada con los ritos de la noche de San Juan. En general, no estoy demasiado familiarizada con las tradiciones de casi nada porque no soy muy de supersticiones y me dan bastante igual, así que no les presto atención ni por curiosidad. Pero sé que el fuego tiene algo que ver y sé que se concibe como un elemento purificador. El sueño de cualquier pirómano. Así que en esta noche se hacen promesas y propósitos, se conciben etapas y proyectos nuevos y se echan a la hoguera los errores del pasado, amén de alguna morcilla. Y es que si te pones a echarle errores al fuego, se te quedaría corta hasta la noche más larga del año. Porque, si empiezas a recapitular, mira que has hecho el imbécil. Y con lo que a ti te gusta recapitular... Podrías clasificar tus descalabros y equivocaciones por tamaños, colores, fechas, número de repeticiones, alfabéticamente y por sabores. Generalmente, amargo. Entonces, un día, sin venir a cuento y de la manera más tonta, te puede venir a la me